Jabón de lima y avena para la piel grasa
Un jabón ideal para reducir la grasa de la piel
Preparar jabones en casa es muy sencillo, si quieres tener a mano tus propios trucos de belleza. Si tienes piel grasa y deseas aplicarle un tono astringentes, puedes intentar con este jabón de lima y avena, perfecto para dejar el cutis en su punto justo.
Sin duda alguna, el hecho de sufrir de piel grasa puede llegar a ser bastante complicado para quienes le toca padecer este problema. Es que no hay nada que alcance o sirva para mantener el cutis en los niveles de humectación normales. Esto, después, genera ese "brillo" sudoroso tan poco agradable, como así también granos y otros problemas similares.
Esto puede combatirse mediante el uso de un jabón casero que combina dos elementos astringentes y buenos para secar el cutis como son la avena y la lima. Además, la receta es sumamente sencilla y te puede servir para tener tu jabón partiendo incluso de uno de glicerina que tengas en tu casa. No dejes de probar este truco de belleza, sencillo y muy bueno para tu cutis graso.
Ingredientes:
- Un jabón de glicerina
- Dos cucharadas de harina de avena
- Dos cucharadas de zumo de lima
- Alcohol en spray
- Molde
Preparación:
Lleva en una cacerola a derretir a baño maría el jabón de glicerina previamente rallado. Una vez que lo tengas listo, apaga el fuego. Deja templar un poco, pero sin que llegue a solidificar. Agrega en ese momento la harina de avena y también el zumo de lima Mezcla la preparación todo lo necesario hasta que se integre por completo.
Acto seguido, vuelca el jabón en un molde previamente rociado con alcohol en spray, para que luego se pueda desmoldar fácilmente. Deja que solidifique por completo y retira de los moldes. Ahora, no tendrás más que probar las propiedades astringentes, tanto de la lima como de la avena, directamente sobre tu piel.
La lima, al ser más ácida y fuerte, suele tener incluso un potencial astringente mayor que el del mismo limón. Esto colabora directamente a la hora de mantener la piel más seca y con una menor predisposición a generar esa grasa tan poco amigable. Y, además, huele muy bien.
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