Cómo preparar agua de azahar casera para tus lociones

Las flores de azahar son aromáticas, perfectas, cautivantes; se dejan oler desde larga distancia y quien tiene una planta de naranjo amargo (de donde salen dichas flores) sabe perfectamente lo que se está diciendo. Y lo mejor de todo es que se pueden usar para todo tipo de preparaciones, siendo el agua de azahar la más tradicional de todas ellas.

El agua de azahar se puede usar para aromatizar postres y otras preparaciones dulces. También puede emplearse con fines medicinales. Pero ahora nos interesa el apartado relacionado con la belleza, ya que allí también estas flores tienen bastante que decir. Es que son astringentes, beneficiando así a las personas que tienen piel grasa y también completamente aptas para preparar lociones de toda clase.

Lo mejor de todo es que el agua de azahar se puede preparar en casa sin ningún tipo de problema, sólo siguiendo estos sencillos pasos.

Ingredientes:

• Medio litro de agua
• 50 gramos de flores de azahar secas (o 200 de flores frescas)

Preparación:

Si tienes flores de azahar frescas de tu propia planta o si simplemente has comprado secas en un herbolario, vas a poder obtener partido de esta preparación de forma muy sencilla. Coloca a hervir el medio litro de agua. Una vez que entre en ebullición, apaga el fuego. Ese será el momento de añadir las flores de azahar. Pasa todo a un recipiente o bol de cristal y cubre con papel film. Guarda en un lugar fresco, seco y oscuro durante por lo menos un día.

Una vez que ha transcurrido dicha jornada, ya tendrás lista para usar el agua de azahar en tus lociones. Eso sí, primero deberás colarla con un filtro, exprimir bien y posteriormente embotellar. Ahora sí, a utilizarla se ha dicho. Te recomiendo esta agua de belleza hidratante o este tónico facial, donde la necesitarás como ingrediente primordial.

Otras alternativas:

Si quieres un perfil de agua de azahar más potente, que esté más cercano a una colonia, por ejemplo, deberás cambiar el medio litro de agua por una taza de alcohol apto para perfumería y dejar macerando las flores durante al menos un mes. Posteriormente se filtra, se mezcla con un poco de agua y se embotella.