Hidratar la piel con las isoflavonas de la soja

Una experta señala que un tratamiento adecuado para mantener una piel en perfecto estado sería seguir una técnica basada en las propiedades de la soja, las isoflavonas que contiene. Otra técnica corporal importante es la renovación de los tejidos mediante la aplicación de máscaras de chocolate para descongestionar y humectar.

La cosmiatra Gabriela Maugeri, sugiere que un buen tratamiento para mantener la piel del rostro en perfecto estado es aplicar una terapia basada en la soja, por las propiedades beneficiosas de las isoflavonas que contiene. Para la experta, las isoflavonas "tienen una gran capacidad para hidratar la epidermis así como mejorar la luminosidad ya que inhiben la formación de enzimas que degradan el colágeno y la elastina, aumentando las fibras elásticas que contribuyen a disminuir la aparición de líneas de expresión y arrugas", agrega.

Maugeri sugiere combinar la soja con sustancias activas como la vitamina E, por sus propiedades antioxidantes e hidratantes, además de vitamina A que lucha contra el envejecimiento y la vitamina C, que mejora la elasticidad de los tejidos. Según señala Gabriela, "primero, se prepara la piel mediante una higiene profunda, luego se hace la exfoliación, tonicidad, máscaras plásticas, fangoterapia, máscaras de oro, cobre y caviar", señala. Seguidamente, la oxigenación daría un mayor énfasis al cuidado corporal, mediante un masaje tonificante y drenaje linfático que se completaría con el procedimiento con isoflavonas que hidratan la piel de manera profunda, penetrando la capa basal.

Otra técnica corporal importante es la renovación de los tejidos mediante la aplicación de máscaras de chocolate para descongestionar y humectar. Las ampollas nutritivas con masajes reafirmantes terminan por completar el tratamiento, que en algunos casos, se prolonga con un drenaje linfático para eliminar toxinas.

Por su parte, Ana Violini señala que uno de los métodos más importantes a la hora de combatir la flaccidez corporal es la radiofrecuencia ya que "bajo el efecto térmico se produce un aumento controlado de la temperatura de la piel, que genera un estímulo en la dermis y el consiguiente aumento en la producción de fibras colágenas". Los profesionales consideran que en ocho sesiones de dos veces por semana, la mujer comienza a experimentar una mejoría importante, mientras que, en el resto del año, se pueden hacer algunos retoques.