Tratamiento exfoliante para el cuerpo con semilla de uva
Una receta sencilla y con elementos que tienes a mano
¿Andas con necesidad de exfoliar un poco tu piel? La semilla de uva puede ayudarte. No dejes de leer esta nota, donde aprenderás una genial receta natural para poner en marcha.
La exfoliación es una práctica indispensable para que tu piel se renueve y esté siempre maravillosa. Con esta limpieza profunda de la piel eliminas células muertas e impurezas, dejándola limpia y desintoxicada, lista para que realices cualquier otro tratamiento o apliques tu maquillaje habitual. Luego de cualquier exfoliación notarás tu piel suave, tersa y renovada.
Hay muchos elementos naturales con los cuales puedes hacer tus propios exfoliantes, las semillas de uva son uno de ellos. Sumadas, obviamente, a otros ingredientes que también aportan sus beneficios.
Cómo preparar y aplicar un exfoliante de uva
Ingredientes
- Una cucharadas de semillas de uva molidas
- Dos cucharadas de aceite de semillas de uva (u otro)
- 1/2 cápsula de vitamina E (opcional)
Preparación y aplicación
- Tritura las semillas con la ayuda de un mortero. Agrega el aceite de uva o el que tengas a mano, de oliva o almendras, por ejemplo. Luego, si quieres, agrega media cápsula de vitamina E.
- Humedece la zona a exfoliar con agua tibia para abrir los poros y aplica con suaves movimientos circulares. Luego retira con agua fría.
Si bien puedes usar cualquier aceite que tengas a mano, si consigues aceite de uva podrás gozar de todos sus beneficios. Es una gran fuente de antioxidantes y minerales, también contiene fibra, hierro y sodio. Además es un gran depurativo y ayuda a mantener la firmeza y elasticidad del cutis, previniendo y tratando las temidas arrugas.
Recuerda que éste y cualquier otro exfoliante debes aplicarlo una vez por semana, como mucho. Ya que si te excedes con su aplicación podrían resecar o engrasar la piel.
Las semillas de uva no son sólo útiles como parte de un exfoliante para tu piel, también puedes aprovechar su beneficio comiéndolas. Contienen antioxidantes que protegen a tu cuerpo de los radicales libres, también te protegen de la contaminación. Mejoran la circulación y tienen propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Además, desde adentro, también ayudan a que tu piel se mantenga joven, ya que contienen resveratrol y colágeno, ingredientes que te deben sonar de más de una crema anti-edad.
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